Paul Davis



Un desierto de perchas vacías silba en el umbral de mi boca
no es una canción
son los pájaros desorientados que sobrevuelan
los desagües de mi mente
    

de par en par
sobre la cama 
hay ropa que espera entre los libros

          alojados
en una ventana de hotel se abren los armarios
       de mis ojos
           y allí
 baldío de cajones huecos
siempre allí
en el arenal de sombras te hago entrar
anhelo mío: estás seco
fugado del viento
 exhalan
esos pulmones del bosque.

Desnudos y sin fuelles
estamos a salvo, revolviendo nubes
rompiendo el cielo
porque los pájaros regresan

húmedos
congelando el vuelo

abierta mi boca túnel
gozo
he vuelto a soñar con los pájaros mojados.

Y los versos colocados en un vaivén
puestos a volar
son 
mi consuelo

Yo que nunca supe hacer canciones
planeo sobre esta mesa de hotel 
cerrada la tarde

Seco mis alas
escurro
mi deseo.


 

7 Comentarios

  1. Genín says:

    Es una suerte que puedas secar las halas y escurrir tu deseo...
    Besos y salud

  2. En mas de una ocasión descubrí que el comentario mas adecuado ante un poema que nos conmueve es el silencio...a pesar de eso me atrevo a decirte que me estremecí leyéndolo ....
    Un abrazo

  3. Tu poema es conmovedor y bellísimo.Abrazo,jacarandá***

  4. Qué Poemazo!!!

    Estás en plena forma eh!!!

    Bravoooooooooooooooooo!!!

    Besos.

  5. Darío says:

    Si usted vuelve a soñar el mundo tiene un poco más de luz, sin dudas. Un abrazo.

  6. Qué deleite leerte, Pato, cuántas imágenes impresionantes y cuánto sentimiento.
    Como dice Luis, mejor quedo en silencio y vuelvo a leerlo.
    Besos.

  7. Un gran poema que necesita para su lectura, la quietud de la tarde y la observación de las aves...
    Un abrazo.

Gracias por tus palabras