Me espera el trabajo sentado en el umbral del día
sediento de mí
con los ojos duros del rigor.

Me espera la sombra arrinconada       fértil
perpetua noche
en los pasillos de mi mente

Ahí está el ansia de costumbre
los dientes afilados   resplandecen

La impaciencia del deber los devora atrás de la puerta.
Lo noto en el tamborileo de sus dedos ebrios
en sus pasos circulares,
merodeando esa trampa que no abro
con la ofensa del patrón que no soporta una llegada tarde
me esperan
trabajos-sombras-ansias-
horas   que   se   evaporan    en   un   frasco

Esperen tranquilos
-les digo- pago mi multa.
Es que estoy tan lejos aunque me vean aquí
no crean en todo lo que ven
no soy yo este envase que camina rengo por la casa.
No es tan sencillo el regreso

Me escapé por unas horas al mundo de los cuentos
al milagro encendido de un abrazo incierto
visité la tierra de la infancia.
Ayer nomás
el patio de mandarinas estaba lleno
y la niebla era un manto cerrado que no me dejaba volver

Sin embargo he vuelto
y ahora acá
no sé ni dónde estoy mientras escribo 
(como a mitad de camino me siento) 
Hay un mate frío frente a mi 
obligaciones que no quiero 
y un zapallo por cortar en la mesada…
Pero las manos tienen aire que suspirar en el teclado 
y las dejo ir y venir a sus anchas
y meto en prisión a mis pasos
estos ciempiés engrillados

que se mueren por llevarme al portón 
en el que habita el miedo.

5 Comentarios

  1. Reina says:

    Me suele pasar eso... estoy llegando tarde al trabajo por escribir una línea más... y el zapallo por cortar y una pila de ropa por planchar.... y sólo el teclado calma mis más oscuros temores... ;)
    Por lo menos tenemos eso...

  2. En el mundo de los cuentos nunca dejan estar mucho tiempo.
    Que rabia verdad?

    Besos.

  3. Genín says:

    Lo único bueno de darse cuenta que se está a mitad del camino, es que tampoco resulta tan trabajoso volverse atrás...
    Besitos y salud

  4. Me encantaron tus versos. Y esa mitad partiendo de la izquierda y luego yéndose a la derecha, me gusta cuando los poemas se mueven y crean formas no sólo con sus letras y palabras sino también con sus líneas.

    Es bonito volver, aunque luego siempre hay que regresar.

    Hay veces que no se puede volver ya, hay veces que los caminos se rompieron demasiado pronto, que donde antes tierra ahora hay hormigón, que donde antes había rastro plagado de colores y olores, ahora sólo que queda el rastro del recuerdo.

    Besos.

  5. Malena says:

    Costumbres, rutinas de zapallo y cebolla picada que nos apartan de lo que nos causa placer. Pero pueden esperar, no los oiga.
    Que los dedos bailen y acaricien el teclado.

Gracias por tus palabras